El romero (Rosmarinus officinalis) es un arbusto mediterráneo muy conocido gracias a sus usos culinarios, aromatizantes y medicinales. El romero posee en sus hojas glándulas que contienen aceites esenciales que le confieren una fragante, fresca y fuerte olor, sobre todo cuando se trituran sus hojas.

Usos del romero:

Medicinal: Esta planta se ha utilizado tradicionalmente en la medicina popular como remedio, entre otros, en el tratamiento de las cefaleas. También para reducir las molestias musculares y el dolor de espalda, así como la circulación deficiente, y para las lesiones cutáneas. También como estimulante del cabello y por la eliminación de la caspa. Igualmente se emplea para mejorar la respiración durante los resfriados, la gripe o la sinusitis. Macerado con alcohol o aceite, se utiliza para aliviar el dolor de golpes.

Cocina: Es un condimento tradicional de la cocina mediterránea. Su fragancia es fuerte e intensa así que conviene dosificar su cantidad y emplearlo con moderación para evitar que su sabor sea dominante en el plato. Las hojas del romero, tanto las frescas como secas, se utilizan como especias para aromatizar carnes y aves y también para condimentar sopas, preparaciones a base de verduras, y salsas para acompañar la pasta. Una ramita de romero fresco aromatiza aceites y vinagres, dando un toque diferente y agradable que combina bien con algunos platos y ensaladas.

Perfumería: Debido a su característica fragancia, es utilizado en perfumería. El “agua de Hungría” tiene como principal componente el romero. El romero también sirve para aromatizar el agua del baño.